Hoy es el #DíaInternacionalDelGato y os voy a presentar a mi familia gatuna. Hace 9 años no había escuchado un ronroneo en mi vida y ahora podría tener un máster sobre etología felina.
Todo empezó con Lucas, una familia había tenido una camada y el pobre estaba en los huesos porque era demasiado torpe y sus hermanitos se comían todo antes de que llegara él. Me enamoré y me lo llevé a casa.
Es un poco tiquimisquis con la comida y no le gustan nada los cambios, pero quiere estar siempre en brazos y dando amor, así que todos acabaron enamorándose de él, tanto, que cuando me independicé no me dejaron que se viniera conmigo.
Llevaba un tiempo independizada y vi que habían llegado 3 gatitos a la protectora Veu Animal porque los habían abandonado en un patio de bomberos. Los conocí y me enamoré del más bichillo de todos y lo adopté: Flash.
Era taaaaan malo, que tuve que volverme la persona más ordenada del mundo porque cada día me rompía algo diferente. A día de hoy sigue siendo un malote, le gusta mucho mearse donde no toca y me rompe todos los vasos, pero cada noche duerme encima mío (sí, 8kg de gato toda la noche) y me mira con amor y se lo acabo perdonando todo.
Aunque en aquella época Flash era bastante antisocial, no me gustaba nada dejarle solo, así que decidí darle una hermanita. Y Shiwa le cambió, y nos cambio a todos. Estaba en la protectora Sos4patasbcn, que la habían encontrado en la calle totalmente desnutrida.
Me volví a enamorar, así que días después ya la teníamos en casa. Hicimos la adaptación y en 24 horas ya estaban así, como si estuvieran hechos el uno para el otro, tanto que Flash empezó a ser mucho más feliz y sociable.
Shiwa es muy inteligente (seguro que es superdotada) y muy sensible. Cada vez que empezamos a discutir o estamos tristes, viene corriendo a darnos besos, por lo que acabas riéndote y sin enfados. Eso y que es la única que este último año no nos ha hecho salir corriendo de urgencias, hace que la adoremos profundamente.
Y años después, llegó Mochi. Esta vez primero me enamoré de su dueño, y después de ella. Mochi vino de la protectora la Lliga protectora d’animals i plantes de Barcelona. Le apasiona el atún, el vecino de enfrente, y dormir con H, nunca he visto ronronear tanto a un gato como a ella. Y es que Mochi quiere tanto, que mataría por ti (a veces literalmente).
Vivir con 3 gatos en casa no es nada fácil, y más cuando semana sí semana no, estás en el veterinario o limpiando sofás, pero no los cambiaría por nada en el mundo ♥️.
¡Y recuerda, adopta, no compres! 🐱
Y si te han gustado las fotografías.. recuerda que hacemos sesiones de fotos a animales.