He de admitir que no tengo ni idea de política, y que intento saber lo menos posible sobre las leyes absurdas de este país (si, ojos que no ven, corazón que no siente). Pero llega navidad, y a servidora le apetece regalarle a su prima unas entradas para un concierto y sale ese fantástico mensaje de que los menores de edad no pueden asistir a este tipo de eventos, ni con autorización, ni padres, ni adultos ni nada de nada.
Ay señores que hacen las leyes.. Acaso no dice la Ley Orgánica de Protección Jurídica del Menor que “Los menores tienen derecho a participar plenamente en la vida social, cultural, artística y recreativa de su entorno, así como a una incorporación progresiva a la ciudadanía activa.”
¿Y un concierto no es arte? ¿No es cultura? ¿Prefieren que estén en discotecas y de botellón? ¿Creen que el concierto que hizo Andrés Suárez en la Riviera era perjudicial para su salud? Pongo este ejemplo, por qué este hombre (del que os hablaba aquí) lleva revindicando este mensaje, el que da nombre a mi post , desde ya hace tiempo por qué “a él no le importa la edad que tengan, lo que le importa es que le escuchen”.
Es por eso, que antes del concierto salió a cantarle a sus seguidores más jóvenes unas cuántas canciones y aquí tenéis el vídeo:
En conclusión, visto que no podemos esperar absolutamente nada de las personas que hacen este tipo de leyes, por lo menos podemos contar con músicos de este calibre que nos devuelven un poquito la ilusión.